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Pero los lagartos
que ahora vivían debajo de su cama,
cuya dieta consistía en calcetas impares,
viejas y nuevas,
en aquel paraje
donde todo se veía corrupto por el polvo
y el hedor acumulado
de años en los que la crisis financiera
había restringido el uso de químicos limpia pisos
únicamente a las clases mejor acomodadas;
inteligentes a su manera,
eran los que tenían que adaptarse ahora.

Y así desarrollaron
un arcaico sistema de comunicación no verbal
que consistía en básicos pero efectivos movimientos de cola,
siendo sucedidos poco a poco
por otros movimientos corporales,
para finalmente desembocar
en lo que al antiguo ser humano supuso un hallazgo sin precedentes,
la creación de un lenguaje a base de la articulación de sonidos claros
y su posterior comprensión de la filosofía del
CONCEPTO.

Bendito entre los animales el lagarto.
El primer animal pensante,
fue lo que pensaron unos cuantos desconsiderados.

Risible para los humanos.
Eran los lagartos
quienes fascinados leían
sobre aquellos extraordinarios seres
de quienes no se tenían claros registros.

Abril 008