jueves, 10 de marzo de 2011

go to sleep

tomó el primer avión.
horas después encontraría su cámara y la curiosidad podría más.
tomas de las extensiones de la ciudad sobre el cerro, podría jurar que llegó en avioneta a juzgar por la altura.
al abrir la puerta se dejó venir corriendo.
con un hitter y tololoche en manos, el remedio para el abrazo no pudo ser otro que soltarlos.
ninguno cayó al suelo.
sólo su silueta, pequeña,
sus ojos
un breve silencio
y después comenzó a hablar emocionada
cuántas cosas no habían sucedido!
le compartí un poco de mota y le invité a tomar asiento, pero ya no había sillones.

-no no, mejor toca algo.

el tololoche volvió a mis brazos,
y los dedos reconocieron el color de las cuerdas y las notas.
sonó tan certero como la primera vez que vibraron.

salimos a dar una vuelta, y vaya sorpresa
la selva.
un río bastante ancho nos aguardaba como guía.
larissa había desaparecido ya.
a lo lejos se percibía el rumor de mucha gente, pero no era posible verle.

apareció también mane, y ya entrados en el río emprendimos camino.
el agua cubría en un principio hasta las rodillas,
conforme fuimos avanzando, se sintió la pendiente del cerro.
árboles a las orillas, entre verde y amarillo
de imponente altura -quiero creer: - reconocían el respeto de nuestros pasos y por lo mismo filtraban una luz que los hacía ver como amorosos padres.
fue cuando me percate de que no había cielo.
sólo árboles.

unos metros más adelante llegamos a un desnivel.
una pequeña cascada mediana en escalones.
mane fue el primero en bajarlos.
me senté a la orilla, por encima de la cascada y me dejé llevar por el agua.
mi sorpresa vino cuando al llegar abajo, mis pies no alcanzaban ya el suelo.
mane me tendió una mano, pero resbaló y terminamos ambos por nadar.
la sensación purificante del agua.

finalmente, en una bifurcación
a la izquierda una enorme cascada caía cerca unas tiendas de campaña que yacían ancladas al agua.
a la derecha, bajando entre unas rocas, más gente.
-deben ser los cometortas-
no pintaba bien
se olía la basura y el hedor humano
muchas voces, mucho ruido
así que regresé a mi cuarto
ángel me roló una cola para rellenar el hitter que también me extendía.
limpié el hitter, lo rellené, se fue la luz
le di un buen tanque
y lo rolé.
sonaba black hole sun de soundgarden
una versión
bastante extraña
subí el volumen a la grabadora
y vi entonces la cámara.
la curiosidad pudo m´s
dándole play
ahora me veía yo inmerso en la imagen
sobrevolando las calles a una relativa distancia baja
edificios naranjas
canchas de basquetbol
calles de cantera y piedra rosa
planeando
agradecí la ligereza de mi cuerpo
sabía que sus ojos habían recorrido éste mismo camino
no podía asegurar si de la misma forma o dentro de un avión
pero algo dentro me aseguraba que...
terminó el video
y me vi nuevamente en mi cuarto
tomé mis cosas y antes de salir di un vistazo a la computadora que reposaba en un anaquel del clóset
abrí mi correo y a la izquierda en la lista de contactos
un punto verde junto al nombre de vero
un click
-hey!

-hola.
que loco...

momento,
esto es un sueño(!?)

abrí los ojos y como por reflejo volteé hacia la ventana.
los rayos del sol se concentraban a la mitad del marco, deben ser las 8.

me levanté entre lagañas y pachequez.
abrí la computadora y comencé a escribir los recuerdos de...
momento.



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